jueves, 12 de marzo de 2009

Gracias

Hoy cerré un ciclo muy especial en mi vida, despedirse de una persona con la que compartiste cosas hermosas, enojos, regaños, sustos, vaya experiencias de vida, es siempre difícil, pero habíamos llegado a un punto en el cual el amor lastimaba.
Desafortunadamente el tiempo y la distancia, deterioraron la relación y hoy, después de una discusión (muy frecuente en los últimos días) decidimos dejar esto por sanidad mental y emocional. El fin tenía que llegar...
Sólo me resta agradecer los momentos vividos, ocuparás eternamente un lugar muy especial en mi corazón, podrás contar conmigo siempre y el día que necesites algo no dudes en pedirlo, mucha suerte en lo que emprendas y estoy seguro de que la vida te tiene reservadas muchas cosas hermosas.
Despidámonos con una sonrisa...
Adiós :)

miércoles, 11 de marzo de 2009

Mitos, leyendas, divinidades y su importancia en mi desarrollo personal.

La fascinación que despierta en nosotros el conocimiento de una leyenda, sólo puede ser comparada con la satisfacción de descifrarla, llegar al quid de la misma. La importancia que ha tenido en mí el conocimiento de esas leyendas y mitos es incalculable, puesto que en mi niñez fueron muchas veces mi única compañía. Mi abuela formó parte de esta fascinación, sus relatos y los misterios que conllevaban me hicieron querer conocer más acerca de los temas que sugería esa gran señora.
Los libros que trataban estos temas (horror), fueron mis acompañantes en largos días de escuela, en los que deseaba con ansia poder leer, devorar con avidez sus contenidos. Por supuesto que tuve apoyo de mis padres, quienes al ver mi afición por los libros compraban todo aquel ejemplar que me llamara la atención. Recuerdo uno en particular: el primero que compré con mi dinero. Este libro trataba acerca de los mitos que manejaban las antiguas culturas. Sabemos que los mitos en gran parte revelan la cosmovisión que posee determinada cultura, y fue precisamente esa cosmovisión la que atrajo mi atención como un imán atrae a un trozo de metal.
Experimentaba una dolorosa sensación de pérdida cada vez que terminaba un libro, las sensaciones que lograba despertar en mí un libro, lo hacía formar parte de mí. De ahí la razón por la cual rara vez presto un libro, un acto egoísta sin duda, pero la cercanía que siento con él, me hace guardarlo celosamente; tal como lo haría con un amigo.
Mi afición a las lecturas de horror me trajeron algunas consecuencias; en la escuela, mi profesora de sexto grado de primaria sugería a mis padres que no me permitiesen leer ése género, argumentaba que mi mente era aún débil y que me ocasionarían daños psicológicos; mis padres no lo hicieron, ellos tenían conocimiento de las bondades de la lectura y aunque cuestionaban mi afición por el género jamás censuraron libro alguno.
Mi cultura fue expandiéndose, y aunque no puedo presumir que tengo la más amplia, si puedo afirmar que me ha sido de gran ayuda en muchos aspectos. En algún tiempo abandoné mi afición, dejé que otras actividades propias de la edad en la que me encontraba, abatieran en cierto grado la “amistad” que compartía con la lectura. Llegó un momento en el cual abrí los ojos; y esa sensación de pérdida de la que hablé antes, se manifestó en su más grande expresión. Regresé a los libros y comprendí que ellos estarían ahí cuando los necesitara.
En los libros de mitos y leyendas encontré mi más grande influencia para escribir, he de aceptar que el género me atrae de sobremanera; relaciono dicho gusto con algunas experiencias paranormales que he tenido, que pocas personas pueden comprender sin pensar que mi mente esté perturbada. Es realmente gracioso cómo muchas personas cierran sus mentes y niegan la existencia de todo aquello que sus ojos no ven.
Grandes autores, con sus relatos me hicieron sentir que las experiencias que había tenido no eran producto de un lapso perturbador, en los relatos encontré muchas veces respuestas a mis preguntas; sin embargo, el libro que más influencia tiene para mí es la Biblia.
Sus páginas están atiborradas de sabiduría, sus salmos desprenden una hermosura invaluable para mí: “…aunque ande por valle de sombras, no temeré mal alguno, porque Dios está conmigo..” este fragmento que se encuentra en el salmo 23, se convirtió en mi oración más constante; representa para mí la entrega espiritual que debe hacerse a nuestro Dios en los momentos adversos. La seguridad que me embargaba al recitarlo, desvanecía todo miedo o angustia.
Escribir, como lo he dicho antes, me permite saber que habita dentro de mí, es una forma de conectarme conmigo mismo.
Actualmente me encuentro en proceso de escritura, estoy trabajando en una novela, el género es predecible: Terror.
Espero poder plasmar correctamente mis sensaciones y transmitir, algún día, lo que me transmitieron a mí...


Algún libro ha marcado tu vida? De donde vienen tus influencias? Cuál es tu libro favorito? Qué género prefieres? espero sus respuestas y comentarios, un abrazo!